miércoles, mayo 07, 2008

Porque creo en la realidad de mis deseos

Como buen y firme antipatriota que soy, en ningún momento me sumé a la reciente exaltación y celebración colectiva de los sucesos que sacudieron el país hace doscientos años y que tanto gustan a la Presidenta de la Comunidad de Madrid. No más allá del hecho de restregar las noches del fin de semana mi anestesiado cuerpo por las mismas calles en las que se dejaron la vida Manuela Malasaña y Clara del Rey, claro. España ganó el espíritu de Cádiz, pero qué s.XIX más lamentable —con sus correspondientes terribles secuelas en el XX— vivimos al renunciar a ser territorio francés. No me digan que no, que todas las Restauraciones no son iguales.

De todas formas, este mes también se celebra el aniversario de otra movilización —a mayo no se le puede negar el aroma de la lucha por la libertad de la amalgama popular en plena calle y sin líderes— más cercana y, paradójicamente, sí mucho más cuestionada: la de los estudiantes parisinos en 1968. La serie de artículos publicados por Juan Pedro Quiñonero en su blog suponen una muy interesante toma de contacto con las posturas actuales de algunos protagonistas, como Glucksmann y Cohn-Bendit, así como la curiosa recopilación de geografías comunes de españoles desterrados en París, que así parece una ciudad muy pequeña. Más teórico (y desesperanzado pero, ¡al fin alguien!, optimista) se muestra Zizek en su rememoración.

Eso en cuanto al texto (cuando tenga tiempo de leerme alguno de los cuarenta mil libros que se están editando aprovechando las fechas, ya les cuento), pero otro acercamiento muy posible y recomendable al Mayo Francés es a través del cine. Si ya tienen más que superada la lucha The dreamers<>Les amants reguliers, el cada año más fulgurante Documentamadrid tiene todo un ciclo dedicado a Mayo del 68.

Los rotundos highlights que no deberían perderse:

· Grand soirs et petit matins (William Klein, 1978)
· Ciné-Tracts (Resanis, Godard, Marker, 1968)
· Le fond de l'air est rouge (Chris Marker, 1977-97)
·
Como desde hace unos cuantos años para este servidor mayo significa todo lo contrario a libertad de acción y movimientos, es muy posible que repercuta en la frecuencia de actualización del blog (aunque ya están acostumbrados). No obstante, les recuerdo que si bien tanto en twitter como en el fotolog seguiré soltando incongruencias no dignas de ser leidas, en el pequeño satélite The Toldo sí iré colgando vídeos, postales, estampitas y textos de esos que hace ilusión leer en un post-it en la nevera cuando te levantas un sábado. Hoy, por ejemplo, un paseito por el Caminito del Rey del desfiladero de Los Gaitanes que quita el hipo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Gracias por las recomendaciones. A las barricadas.

7 de mayo de 2008, 19:26  
Blogger Beatrize Poulain said...

Pregunta: cuántos años tiene el Señor Toldo? Más que nada lo digo porque siempre estoy con que de mayor quiero ser culta y me estoy dando cuenta de que ya va tocando ser mayor si tienes la edad que creo que tienes... ea.

10 de mayo de 2008, 15:14  

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